miércoles, 18 de octubre de 2023

BurnOut




Estoy transitando un momento muy particular y movilizador. Sorpresivo hasta para mí, que suelo ser bastante organizado y me gusta planificar cada decisión y sentir que tengo las riendas para sentirme en una estabilidad constante... no suelo actuar impulsivamente y mucho menos cuando dichos actos pueden "perjudicar" a otrxs, (en este caso, mis compañerxs de equipo).


Renunciar al laburo en este momento preelectoral, de inestabilidad política y económica, de especulación desmedida y sin ninguna otra propuesta laboral en puerta como para tener algo seguro "el mes que viene" es, incluso para mí, descabellado. Pero es lo que tuve que hacer para estar bien. Tengo una personalidad muy adaptable, siempre intento dar lo mejor y tratar de transformar para mejor el entorno en el que me muevo. Pero me falta detectar los límites con anticipación. Me falta trabajar "la transición" que hay entre el aguantar mucho, y reventar sin previo aviso. Soy autoexigente, y así y todo dejo que más exigencia me caiga encima, porque siempre puedo más. Porque siempre quiero más: Más conocimientos, más aprendizajes, más desafíos, más responsabilidades, más "sentirme útil". Y acá estoy: quemado, quebrado .Habiendo detectado varias alertas antes, pero dejándolas pasar porque quería seguir intentando mejorar cosas que creo que puedo mejorar (y ahora lo veo y me pienso ingenuo o inocente). 


El concepto que engloba todo es "decepción". No me enojé, me decepcioné. Me decepcioné porque no hubo forma de poder hacer entender que hay otros modos de laburar, que hay modos de incentivar y motivar que van más allá de cualquier objetivo laboral y cumplimientos cuantitativos. Que la importancia de la diversidad de personas y personalidades es fundamental para posibilitar la mejor eficiencia; saber detectar y explotar la virtud de cada uno y cada una y hacer sentir que cada desempeño es importante.

 

Pero no. Cuando hay una forma impuesta desde hace años 'y así funciona bien', lo único que hace es generar la ilusión de que esa es la única manera de que funcione, sin dar la mínima posibilidad a intentar ver otras cosas. Y ahí estaba yo, tratando de encontrarle la vuelta para buscar otra, para proponer otra, para incluir y no repeler, para escuchar y amalgamar. 


Y me cansé. Me decepcioné (repito), por la imposición del planillaje y el engranaje de reloj suizo, en serie y uniforme que no renueva sino que estanca; por encima de la riqueza de la diversidad de mentes y personalidades, por el 'torbellino de ideas', por las potencialidades múltiples que tenemos cada unx distinto a otrx, que hagan que cada pieza del rompecabezas sea realmente importante y única y que encajan perfectamente; en vez de pretender que todas las piezas sean de bordes lisos, sin encastre y reemplazables por cualquier otra en cualquier momento.


Agradezco haber reventado, porque el cuerpo me gritó y lo escuché. Un poco tarde quizás, ya estaba un poco anulado, y estaba repercutiendo en mi cotidianeidad fuera del laburo, pero ya está. Me cansé y no tuve otra que dejarlo. Ya no me correspondía gastar más energía en un lugar que no tiene espacio para alguien como yo, que al principio decía 'no le encuentro el techo', y de un momento para el otro me construyó la losa y le terminé pegando un cabezazo de tan rápido que creci.... y cómo crecí. Por eso también esta decisión. Ya creci todo lo que pude, y no podía crecer más. 


Agradezco a quienes me saludan y me felicitan por este acto de valentía o de amor propio, sinceramente cuando tomé la decisión no lo pensé así. En ese momento estaba tan reventado que sólo quería irme, dejar de intentar, no tenía más para dar, ni para recibir. Agradezco y pido disculpas a quienes me lo advertían desde antes, por no saber darme cuenta hasta dónde 


Así que este es un más que descargo y una bajada de ideas a palabras, que decanta después de un proceso de crisis de angustia y ansiedad que nunca antes había sufrido por el laburo. 


"Googleen BURNOUT" les dije a mis compañerxs al despedirme, porque es lo que resume mi experiencia en este caso. 


Pero gente, me conocen bien y saben que este mensaje no puede terminar así, sin mi cuota optimista... Jejeje. Saben que estoy orgulloso del gran crecimiento que tuve desde que entré, hasta que me fui. Como profesional y como persona. Y las experiencias riquísimas que me llevo, las personas hermosas que conocí y tuve de compañerxs, los desafíos enormes a los que me enfrenté y pude superar, los errores de los que pude aprender y esforzarme para no repetirlos, lo que pude enseñar, lo que pude aprender, lo que gané e hice ganar en el simple hecho de compartir experiencias, derribar prejuicios, no suponer, respetar, escuchar, comunicar... sinceramente agradecido por esta etapa, este crecimiento y este despertar. 


Así que bueno, ahora desempleado (seguro que por poco tiempo), pero tranquilo por que pude escucharme y priorizarme para poder estar listo para nuevos desafíos.


A rearmarme que voy de nuevo 💪

martes, 2 de mayo de 2023

"Esos días"

 Hola. Yo acá, reportándome de nuevo.

No sé cómo vaya a salir esto. No lo tengo organizado, no lo tengo claro, pero bueno, irá mutando a medida que escribo, y veremos si me entiendo al final de todo.

Hoy tuve un día de mi3rd4. Así, sin vueltas. Y no voy a intentar buscarle el lado bueno, porque quiero quedarme con ese título y ya.

Y no es porque hoy hayan pasado cosas malas, todas a la vez y me vi envuelto en una serie de hechos desafortunados, no. Creo que, si lo tendría que graficar, sería el típico monigote que va caminando con la nube negra arriba que lo sigue a dónde vaya. Y, por qué no? Así que ni bien me di cuenta (a penas empecé la mañana), ya lo acepté y lucí mi "con la peor de las ondas", de la mejor manera.

"Hoy estoy más acuariano que nunca" les dije a mis compañerxs del laburo. Y si, hoy, más que nunca, tenía ganas de tomarme una nave espacial y escapar un rato del planeta.

Pero "por qué tan así???", se preguntará alguien (y si no, le cuento igual). Como dije antes, no es que me haya levantado con el pie izquierdo y todo fue fatídico en un sólo día (se me viene el tema "suerte" de la banda "Árbol", pero no importa). Las cosas que hacen que hoy haya tenido un día choto, vienen pasando hace un tiempo, o son la sumatoria de todas que decidieron (o decidí) explotar hoy. Y, justamente comentando estas particularidades que estaba atravesando, pero sin dar tantos detalles para no aburrir a mis colegas (porque eso voy a escribir ahora), una compañera me dice "estás en un mood muy premenstrual" (no me dijo literalmente así pero en fin), y me acordé de esa publicidad de las toallitas que hablaba de "hoy estoy en esos días" (con esto, podría profundizar sobre las publicidades machistas pero no)... Y sí, increíble lo exasperable que estaba hoy, todavía estoy sorpresa, por más que no se me pasó del todo, y por todo eso me puse a escribir a ver si esta catarsis escrita me ayuda.

Ahora voy a enumerar una serie de "esos días" como para darle un sentido al título del post, pero también para tratar de graficar de la manera más figurativa posible, las situaciones que hicieron que yo, hoy, tenga este día tan particular (que me es muy útil y muy enriquecedor para seguir creciendo).


Viste esos días que...

...querés cruzar la calle (por la senda peatonal, como corresponde 😇), y no sólo que ningún conductor intenta frenar para dejarte pasar, sino que aceleran más cuando ve que, si empezas a cruzar, tendría que frenar? Ni hablar si es esquina con semáforo pero -se corta la luz- y ahí te das cuenta que, el respeto del conductor hacia el peatón, sólo existe porque hay semáforo y, si no lo respeta al semáforo, hay una cámara que le saca una foto a la patente, y le pueden poner una multa...

...intentas conectar con alguien y entablar una mínima conversación para romper el hielo, o para romper ese incómodo silencio que genera el no saber si directamente no le interesa hablarte/conocerte, no sabe sociabilizar, o está teniendo un "día malo" así como el que yo tuve o estoy teniendo hoy (opción válida pero que ya descarté porque esa situación no se dió una sola vez), y lo más groso es que me pasó con más de una persona en distintos contextos y me hace sentir como el ser humano más p3lotudo por intentar sociabilizar...

...te esforzás por tener una actitud positiva y asertiva al momento de expresarte, tratando de ser claro con lo que decís, para no dar lugar a malas interpretaciones y, mucho menos, darle un tono de negatividad al mensaje... pero terminan entendiendo cualquier cosa y usando lo que dijiste para decir otra cosa de la manera menos asertiva y positiva que existe...?


Y podría seguir con más situaciones pero, para muestra, un botón. Si bien son situaciones re cotidianas y más de unx dirá "qué pelotudez, se hace drama por esta pavada", no se dan una idea lo que me afectaron (y ahí vuelve a salirme el acuariano utópico e idealista). Cómo me afecta? Me cansa, me frustra, me genera mucha inseguridad, me entristece, me oscurece, me enoja, me hace sentir sólo, raro, sapo de otro pozo. Y, si bien no voy a negar que un poco de todo eso tengo, lo que más me jode es la falta de empatía. En serio, me entristece el hecho de pensar que estoy gastando energía en ponerle la mejor onda, en ser considerado, cordial, responsable afectivamente, asertivo, alegre, empático, contemplativo, voluntario, altruista, y tantos otros etcéteras que me cuesta enumerar porque sinceramente nunca tuve la necesidad de hacerlo. Pero en momentos como hoy, me tengo que mirar así, querer asi, para levantarme un poco... porque creo que todavía puedo mejorar algo o a alguien, aunque sea con una sonrisa, un abrazo, una palabra de aliento, con algo que pueda enseñar, o ayudar a transformar para mejor, ponerme contento por el logro ajeno, a cambiar el punto de vista y mostrar que siempre hay un lado bueno, y tantas otras situaciones. Pero hoy no. Hoy me cansé, me harté. Hoy casi fui uno más del montón, de quienes se quejan, de los que putean, de los que no les preocupa el de al lado, o el que cruza la calle, o el que te está preguntando algo o pidiendo ayuda... y dije 'casi', porque no llegué a tanto. Porque, el hecho de haberlo reconocido e identificado desde el comienzo, me hizo poder hacer uso de ese estado y expresarlo, pero tratando de no descarrilar. Hasta creo que lo transformé en humor. 

El tema es que todo esto no viene de ahora nomás. Hace unos meses estoy en una... y estoy en un proceso de cambio que hace que mi día de hoy, esté totalmente identificado y registrado y, me animo a decir que hasta era esperado por mi. Es un crecimiento que necesito. Es un reseteo que empieza y va a durar un tiempo, pero que tengo que hacer porque ya no tengo que tratar de encajar más. "No hay más tiempo de juegos, hay que despertar" me dijo alguien. Y yo, que era el más escéptico de todxs, que era 'ver para creer', ahora me lo estoy creyendo antes de verlo, porque es la única manera para que eso suceda.

Hoy fue "uno de esos días", si. Y todavía sigo así. Capaz me dura un poco más, no sé, lo estoy transitando. Pero sé que este enojo de ahora no va a quedar sólo en eso. Lo voy a aprender a capitalizar y a sacarle provecho. No pierdo las esperanzas todavía y, por más que me canse, acepto que es parte de mi personalidad y que todavía me falta completarla. Me falta aprender que las inseguridades, frustraciones, egos, y tantos otros aspectos negativos no se me peguen, que no tengo que hacerme cargo de lo que no me pertenece, que no tengo tiempo ni energia para gastar en eso, por más ilusión que tenga de que mejore. 

Acepto este día como uno más, pero con la importancia que sé que es parte de mi cambio y así poder naturalizarlo. Para que, cuando se repita, ya no me agarre de sorpresa.

Hasta mañana. 


lunes, 11 de mayo de 2020

Tanto para decir...

...que si me callo me salen subtítulos.

Lunes otra vez... estoy escribiendo más de seguido... y sí, mirá si no voy a tener tiempo. Pero quizás no tanto en proporción a la cantidad de cosas que pasan por esta cabeza... y lo loco es que todo este concepto de "pájaros en el marote", va y vuelve. Porque hoy, nuevamente, los pájaros están alborotadísimos y están que salen y entran, dan vueltas, se quedan quietos pero pían, graznan, ululan, cacarean, parlotean, cantan y chillan, picotean y taladran por donde pueden, hasta hacen nidos, ponen huevos, vienen y se van. Muchas palabras, no? Casi que hasta agarro un diccionario para guiarme. Porque, al fin y al cabo, a la hora de expresar tantas cosas, nos damos cuenta que hasta el diccionario queda chico y que es hora de empezar a adueñarnos de nosotrxs mismxs y ponerle nombre a lo que somos/sentimos/pensamos... porque si no se puede nombrar, simplemente no existe. Y por suerte me armé este blog que, una vez más, lo uso para lo que fue pensado. Volcar acá ideas sueltas, que buscan palabras para poder darles identidad.

"Las palabras nunca alcanzan cuando lo que hay que decir desborda el alma"
"Hay palabras que no dicen nada, y silencios que dicen todo"
"Prefiero ser dueñx de mi silencio, antes que esclavx de mis palabras"
"El cuerpo grita lo que el alma calla"

...entre otras... frases y dichos reconocidos que me vienen a colación para seguir con esto.

Sin ánimos de generar preocupación ni mucho menos llamar la atención a nadie, todo lo que voy a escribir a continuación va a identificar a más de unx en su "hoy", y sólo es un intento de ejemplificar esta necesidad de comunicar/me/nos como se pueda, con lo que se tenga "a mano".
Como dije... más de unx se sentirá identificadx. Y no por la poética de las frases, sino realmente. Porque entiende e identifica que alguna vez (o muchas veces), pasó por lo mismo. 



En estos días de aislamiento, tuve tres episodios de crisis en los que "explotaron" emociones acumuladas que no supe cómo, no quise o simplemente no identificaba bien qué eran. Entre ellas: angustia, "extrañitis", falta de ganas de todo, de "no sentirme útil" (como antes), de frustración, de falta de sueño, de exceso de sueño, falta de hambre, exceso de hambre, no querer hablar, emocionarme fácilmente (más de lo normal), enojarme fácilmente, tentarme fácilmente y no parar hasta parecer ridículo... entre tantas, tantas otras emociones y sensaciones que pueden ser descriptas y nombradas hoy. De un extremo a otro, parafraseando mi texto anterior. 

Ahora ya pasaron y pude asimilarlas y al menos intentar identificarlas y "ponerle nombre". Pero en ese momento, quizás lo más "desesperante" de esa crisis era que no sabía qué me pasaba, y lo que atiné a hacer fue ir descartando motivos que me podían llevar a ese estado. Confieso que escribir esto me resulta muy raro, porque ahora me parezco exagerado. Que "me quejo de lleno". Porque hasta quizás sienta "vergüenza" de expresar estas cosas "negativas" cuando en estos medios, "redes sociales", estamos acostumbrados a leer expresiones positivas, arengadoras, de ánimo, de superación que, a mi parecer, terminan siendo una pantalla que quiere que veamos eso y no lo real... o por contraposición, expresiones de ira, enojo o queja que exacerban al máximo, nuevamente a mi parecer, el inconformismo propio de no poder estar tan bien como el resto se muestra en las redes. 

Y hasta yo mismo me cuestiono y me pienso de esa manera. Cuántas veces he expresado pantallas que no muestran realmente lo que me pasa por dentro ("o sea HELLO!!!" viví hasta los 31 años en el clóset! Bueno, pero eso no venía al caso... o sí...). Por qué? Qué nos hace esquivarnos y no reconocernos? Pienso y estoy seguro que es por lo excesivamente informal e impersonal de las redes sociales: Por más "completo" que tenga mi perfil con información, fotos, relación, fecha de cumpleaños, dónde trabajo, etcéteras y etcéteras, sigue siendo información que le cuento a alguien ficticio, o que en realidad soy consciente que, quien lo lea, no me conoce del todo. Lo preparo para mí mismo, como yo quiero que me vean lxs demás. Con todo resuelto y sin ningún problema (?). Porque por más que facebook me pregunte "¿Qué estás pensando, Bruno?" en lo que conocemos como "estado", nunca voy a poner exactamente lo que estoy pensando, ya que lo que pensamos es mucho más importante como para publicarlo en redes. 

Porque quizás estoy pensando cosas que nadie quiere saber, que a nadie le interesa, o que nadie entendería. Y acá me acuerdo de un "Tik Tok" (si no conoce, googlee), de un niño que debe mandarle un audio a su "nonito", y la madre le dicta: "Hola nonito, cómo estás?", y el niño, en vez de repetir la consigna, responde a la pregunta "Bien". Desde pequeñxs aprendemos que después de la pregunta "Cómo estás?" (y sus variantes), SI O SI, hay que responder "bien". Por más que no lo sientas. Porque sino, después de responder "mmmm maso", o "no tan bien", o "mal", hay que explicar. Como si estuviéramos obligados a estar bien, aunque sea por "paja", por no querer tener que explicar por qué unx no está bien. Un gran ejemplo de todo esto es el efecto instantáneo (en las redes), que cuando alguien empieza a expresarse auténticamente sin hacer daño a nadie... lxs seguidorxs disminuyen, se ocultan las historias y la etiqueta de "gente tóxica" o gente intensa, empiezan a sintetizar las nulas ganas que tiene unx de leer lo que otrx tiene para expresar y no hacerse cargo de que, en realidad, te importa un pedo las otras realidades. 

Qué bajón!!! Habiendo tantas, tantas palabras para expresarnos. Y lo mejor de todo es que, si no existen, las podemos crear!!! Si, pienso y repienso que el lenguaje es una construcción social que armamos entre todEs, y se modifica con el tiempo, por y para nuestras necesidades. Pero que hay que darle tiempo e ir haciendo un laburo de acupuntura, "de a puchitos" y otras analogías (por eso todavía escribo con X en vez de con E, para ser más sutil, vio?). 

Ahora bien, esto me lleva a otra comparación más que nueva. Vieron la serie "Anne, with an E", en Netflix? (chivo). A parte de ponerme las emociones a flor de piel por su sencillez, humildad y belleza de experiencias que dejan aprendizajes muy lindos, me plantea esta cuestión de qué poco nos expresamos teniendo tanto vocabulario y, por si fuera poco, teniendo todo un cuerpo con el que hablar. Gestos, posturas, intensidad, abrazos, besos, golpes, tensiones y tantas otras formas de expresar con el cuerpo.  Al principio, en la serie, Anne se expresa tan verborrágicamente (por qué me miras así?), con expresiones "rimbombantes" y con ganas de cambiar o poner nombres a las cosas que la asombran, incomodando a lxs suyxs. Y entonces uno, acostumbrado a este mundo que hay que leer entre líneas para interpretar lo que alguien quiere decir o, peor aún, que hay que buscar bien cada palabra antes de hablar para que no te malinterpreten, cae en cuenta que estamos más que limitadxs a la hora de expresarnos.

Creen que soy exagerado y muy abarcativo? Pfff. Y eso que no pensaron en la cantidad de idiomas, culturas e idiosincrasias que existen en todo el mundo, en lenguas habladas, de señas, braile y tantas otras formas de comunicarse entre todxs. Si, qué exagerado. Y uno acá preocupándose por no responder "mal" a un "Cómo estás?". Y saben qué es lo peor de todo? Que no me siento más importante ni especial que nadie porque sé que muchxs de lxs que están leyendo esto, la están pasando mal también, por momentos. Si ni siquiera sabemos cómo sigue esto. Nadie nos puede "spoilear" nuestra realidad. 

Entonces, en vez de estancarnos con un acotado uso de expresiones, aprovechemos y busquemos más! Pero no sólo en el diccionario. Busquemos en nosotrxs mismxs. Qué sentimos?, permitámonos experimentar sentimientos tanto buenos como malos. Busquemos más allá de lo que nos genera. Démosle identidad a nuestras emociones y dejemos de lado la "culpa" de parecer menos masculinos, más vulgares, más exageradxs, intensxs, tóxicxs o cuanta etiqueta se nos ocurra que nos puedan poner por expresarnos. Pongámosle nombre a todo, porque no hay nada más feo que no tener nombre. Y algo que sentimos, por más nuevo, raro o difícil de explicar que sea, sí que existe, y va a estar ahí hasta que cada unx decida.

La cuestión es así. Momentos intensos, emociones intensas. No hay muchas respuestas más que las que elegimos como certeras, o las que decidimos buscar y crear nosotrxs para seguir adelante. Todo está permitido. Expresémonos auténticamente. Es difícil hacerlo, porque también es difícil que te entiendan. Tengo la dicha de tener un compañero de vida que estuvo en estos momentos y se bancó todas. Él tenía muchas preguntas en esos momentos, yo también, pero no podía responderlas, o no quería, o no sabía cómo. Las palabras salieron como pudieron, explicando algo que era difícil de contar pero a la vez no tanto. Cómo hacer para buscar palabras y pensar en un momento que me desborda y no puedo controlarlo? ... Y saben qué ayudó más que las palabras?: El modo de decirlas. La tranquilidad de haberlas buscado y encontrado, la paciencia de escuchar y escucharse, la inteligencia de esperar, la confianza en el/la otrx. Y también entender que el silencio es parte de la comunicación. Creo que por ahí va, que por ahí vamos. Creo que estoy aprendiendo cada vez más y esto me gusta.

Con todo esto no sólo quiero narrar un pensamiento, sino que quiero que, quien se sienta identificadx, sepa que no está solx y somos un montón en estos momentos... por más exagerado que parezca. Aprovechemos cada episodio, bueno o malo, para conocernos más. Pongámosle nombre (como al final de La Historia Sin Fin), expresémoslo con quien querramos y nos sintamos cómodxs. Porque para eso son las expresiones, para sacarlas afuera. Cómo lo interpreten lxs demás, es tema de lxs demás.

Aclaración: Muchas de las palabras y frases que puse "entre comillas" son vestigio de las expresiones que quizás podría nombrarlas de otra manera, porque son palabras más o menos figurativas sobre la emoción, sensación o estado que quiero describir. Pero también es una cuestión del tipo de mensaje escrito. Ya que si todo esto fuera hablado, no se dan una idea lo agobiante, cansador, verborrágico, hartante, histérico y aturdidor que puedo llegar a ser.

"Nada, eso." 

jueves, 7 de mayo de 2020

Los extremos de la cuarentena.

Como si fuera una bitácora de viaje, escrita o mental, uno lleva la cuenta y los detalles de todo lo trascendido en esta época de pandemia. Ya sea como registro de algún que otro logro alcanzado en estos días (trabajos aprobados en aulas virtuales, idioma aprendido, receta nueva, alguna habilidad antes no desarrollada, o simplemente el logro de seguir aguantando); como un seguimiento a los comportamientos y mañas del día a día(viejos o nuevos, tratando de despojar o mejorar algunos); como un acontecimiento más que oportuno para renovar lazos de convivencia y hábitos con quienes tenemos cerca; como aprendiz que detecta nuevas cosas y las toma o las deja; o simplemente a modo de quien naufragó y marca rayas en una piedra para saber cuánto lleva aguantando hasta que le rescaten... o no (?). Como sea, cada unx en la suya, adaptándose minuto a minuto a un "evento" del que nadie, hoy en día, ha experimentado de tal manera. Ni en las películas si quiera se han visto hechos o comportamientos similares a los de esta realidad. Sin recetas ni pasos a seguir... supervivencia extrema.

Todo está extremo ahora. O al menos mucho más que nunca antes en nuestras vidas. Estamos con extrema paranoia y persecución, y otros con extremo escepticismo. Extremadamente insomnes o extremadamente dormilones. Un extremo humorista, el otro mala onda. Un extremo fitness, el otro "fatness". Uno yogui, el otro hater. Un extremo alegre, el otro triste. Y así podría seguir con los opuestos, que no sólo son opuestos sino realmente extremos, porque cada vez cuesta más estar en el punto medio. Y no son solamente estados aislados que nos "atrapan" y ya. Pasamos por muchos de ellos, de un extremo a otro en cuestión de semanas, días e incluso horas. Pasamos de romantizar/ naturalizar la cuarentena, o de quejarnos y cuestionar a quienes la romantizaban o naturalizban, a odiarla profundamente o creer que es lo peor que podemos hacer (después de 50 días de lo mismo), y queremos salir a toda costa y nos cagamos en todo lo hecho o en todxs quienes lo hacen y creen que es lo correcto. Todo en base a comparaciones: "Si fulano salió un rato y no le pasó nada, yo salgo igual." O,  " me llegó un mensaje de mengana donde dice que todo es una conspiración porque lo leyó por ahí y así es como pienso yo entonces está bien". Extremos tan amplios que perdimos las medidas que teníamos antes. Se nos perdió nuestro propio control remoto. Que si lo vemos por un lado, está bueno, pero por otro no tanto (como todo en la vida).

Tanto cuestiono y me cuestiono todo, que es ahí cuando me doy cuenta que uno mismo, por más misma vara que aplique ante todas las situaciones, lo que cambia es el ojo con que mide y no la vara. Y nuestro ojo con el que medimos se afecta por todos estos extremos. Cambié totalmente mi forma de ver y sentir muchas cosas desde el principio, pero también muchas otras siguen iguales. No me cabe duda que estoy haciendo lo correcto, por más que me afecte (y me está afectando mucho, al igual que muchxs otrxs que leen esto y están en la misma, mejor o peor).

Leí por ahí que esta pandemia hace mejores a las buenas personas, y empeora a las malas. Creo que algo de cierto tiene, por más que no me voy a poner a prejuzgar a quién o qué cosa considero como buena o mala, y aclarando que por más buena persona que seas y la estés pasando pésimo, la diferencia con las malas personas es que buscamos soluciones antes que culpables, ayudamos aún cuando podemos menos que antes, en vez de quejarnos y restar. Siempre, a pesar de toda crisis, vamos a sacar algo bueno, por eso nos vemos mejores al final. Pero este pensamiento no quiero que suene como un egocentrismo o individualismo ni como algo utópico, sino todo lo contrario. Desde un lugar empático que, a pesar de lo que me pueda perjudicar a mi mismo, de lo que me cueste identificar mis procesos por más negativos que sean, siempre voy a dar mi mano para quien necesite, así como sé que hay muchxs que lo harán cuando me toque pedir a mi. Digo utópico porque justo esto que estamos atravesando hoy, si lo pensamos un tiempo atrás sería una completa utopía... y acá estamos transitándola y, como decía Galeano, caminando... así la utopía se nos aleja un poco más.

Estamos así, de extremo a extremo. Pero no nos olvidemos que en el medio de los extremos hay algo. Depende de cada unx qué tan grande sea ese algo. Depende de cada unx si nos quedamos en uno u otro extremo sin aprovechar y procesar los medios y, sobre todo, si nos es útil a nosotrxs y al resto. Depende de cada unx si transforma un extremo y lo ubica en el medio, para así poder ir trascendiendo.




Acá estoy yo, Bruno. Formoseño (de un extremo), que vine el 15 de Marzo a Córdoba (el otro extremo), Arquitecto que tenía laburo (un extremo), y empezar a buscar nuevos rumbos acá (el otro extremo), que decidí pasar de una relación amorosa a distancia (un extremo), a empezar una convivencia (el otro extremo), con mi novio Damián. Que empecé aprovechando esta situación de "freno" para adaptarme (un extremo), y ahora no veo la hora que termine y poder adaptarme a algo nuevo (el otro extremo)... y así podría seguir. Ustedes? En qué parte están? Yo, al menos hoy, estoy en alguna parte del medio escribiendo esto.

De cada crisis surge una oportunidad, o como prefiere decir Homero Simpson: OPORTUNCRISIS!



lunes, 30 de marzo de 2020

Casilleros para tildar

Primer día de la segunda quincena de aislamiento.
Llegué a Córdoba el domingo 15 de marzo. El mismo domingo, a la tarde, se decreta la "cuarentena sugerida" (o no sé qué nombre exacto tenía). No era obligatoria sino recién desde el viernes 20. Pero bueno, de todas maneras, ya no pude empezar a hacer lo que venía a hacer.
Quién diría que allá por el 11 o 12 de febrero (*), cuando saqué pasaje para venir me hubiera imaginado que se frenaría todo, no?
(*)Aclaración: compro con al menos 30 días de anticipación para que el pasaje me salga menos de la mitad de precio, "técnica" que venimos usando con Damián desde hace bastante en este casi año y 8 meses que llevamos en relación a distancia, para ahorrar y planificar nuestro calendario.
Quién hubiera dicho que, en un abrir y cerrar de ojos, ya estaría acá, no? Y ya hacen quince días desde que llegué.
Vengo a buscar laburo, a charlar con conocidos colegas, a activar mi reconexión con Córdoba después de unos cuantos años que fui a Formosa. Las vueltas de la vida (y yo, que me subo a dar esas vueltas), me tienen acá de nuevo. Buscando "tildar todos los casilleros", esos que uno siempre tiene pensado tildar a lo largo se su vida, o al menos intentar llegar con la lista lo más completa posible. Y claramente el casillero que me faltaba tildar era el de "amor". Vine por amor... a mi y a Damián. Para apostar a pleno en la relación que elijo, y sentirme pleno yo, tomando las decisiones que sean necesarias, por más complejas que sean. Antes tenía tildados los casilleros laborales, familiares, etc, y el del amor estaba a medias (a distancia). Ahora se invierte la jugada. Tengo tildado el de amor (y habiéndolo tildado, aparecen otros nuevos a tildar), y se me destildaron los otros. Y acá quiero aclarar que esto de los casilleros tildados o sin tildar, son pura y exclusiva elección de cada unx, sin caer en redundancias de mandatos impuestos ni nada. Cada unx elige qué casillero quiere en su lista, y si se juega a tildarlo o no.
Pero bueno, en eso estoy ahora... y a penas pude completar y mandar CV por mails y completar al 100% los perfiles en Zonajobs o Computrabajo (?)... con más concentración pero, al fin y al cabo, lo mismo que estaba haciendo en Formosa antes de venir... en ese tiempo de espera que denominé "aguante" y que casi llegué a odiar por no saber cuánto iba a durar, y que sólo dependía de mi decisión... qué loco. Ahora, de nuevo. Espera y aguante. Obviamente, salvando las amplias diferencias de ambos casos: El primero totalmente mío; el de ahora, algo que va a escala mundial.
Nunca pensé vivir algo similar. Realmente de película. Y qué les puedo contar? Pienso mucho, demasiado... más que antes. Estos 15 días, desde que llegué hasta hoy, fueron muy introspectivos. Y a pesar de los pesares, no saben lo que agradezco esto. La obligación de frenar un rato. La obligación de pensarme y verme ya en Córdoba y no en Formosa, donde me siguen esperando muchas cosas (pero no es nada que no pueda hacerse a distancia, como venía haciendo con mi relación).
La obligación de verme en el departamento de Damián y ya no sólo de visita. Ya guardé la ropa que traje en un sector del placard que él hizo para mí. Estoy cumpliendo (o empezando a cumplir), esa idea, ese proyecto que tuve ganas de realizar (sólo y con Damián, claro). Y se da ahora, junto a la obligación de tener que parar el ritmo acostumbrado, ese de intentar tener siempre el control de todo, la rutina, de ansiedad al palo, de tener que cubrir cada hora del día con actividades para sentirme útil.
Ahora me tengo que quedar en casa. Por mi salud y la de lxs otrxs. Con todo mi Yo de siempre, el de antes y el nuevo de ahora que es en una parte yo, y en otra parte nosotros.
Con todos los cuestionamientos que me genera esto. La autocrítica, el hacerme cargo de muchas verdades. Pensarme y repensar mis privilegios: el de poder estar "aislado" con toda la comodidad y la seguridad de poder estar estos días sin tener la necesidad de salir a laburar y buscar el mango (confieso que algo ahorré y tengo un laburo "freelance" que me va a ayudar este tiempo hasta que algo salga, pero al igual que ningún otrx, nunca planifiqué esta cuarentena); El privilegio de que mi pareja tiene un hogar en el que me recibe y me lo comparte como si fuera mío; El privilegio de tener servicios básicos y la posibilidad de seguir en contacto con mis afectos por más aislamiento y distancia que nos separen; El privilegio de no tener que preocuparme por muchas cosas más que por que pase esta pandemia y volvamos a salir; El privilegio de pensar y cuestionar si esto que me está pasando, lo puedo aprovechar y así sacar lo mejor de mi y de quienes me rodean; El privilegio de poder "esperar"; El privilegio de poder decidir; El privilegio de poder jugármela y arriesgar...
Cómo pesan los privilegios. Y qué muchos otros tengo. Los necesito? Quizás si. Pero no pesan porque los necesite o no, sino porque hay quienes no los tienen. Un tema más para pensar para poder actuar.

Entonces, de qué va esto de la cuarentena o del aislamiento? Es tan negativo como suena? Es necesario cuestionarse y hacer todo este decantamiento? Ni ahí. A mí me agarró por este lado. Creo que a cada une le pasa lo que le pasa, elija o no. Hay quienes se rebelan ante las normas y obligaciones y no les pinta aislarse porque ven las normas y obligaciones como negativas. Hay quienes entienden la realidad de otro modo, y eligen aislarse porque lo ven como algo necesario. Hay quienes romantizan la cuarentena. Hay quienes se quejan de lxs que romantizan la cuarentena. Hay quienes se hacen "fit". Hay quienes nos hacemos "fat". Hay quienes se comparan. Hay quienes conspiran. Hay quienes concientizan. Hay quienes hacen memes (gracias). Hay quienes se quejan mucho. Hay quienes leen, tocan música hacia adentro y hacia afuera. Hay quienes escriben. Hay quienes maratonean con series. Hay quienes "tiktokean". Hay quienes laburan desde casa. Hay quienes tienen que salir. Hay quienes se deprimen. Hay quienes están solxs. Hay quienes no se pueden ni ver. Hay quienes están en peligro. Hay quienes están enfermxs. Hay quienes curan. Hay quienes lxs aplauden. Hay quienes ayudan. Hay quienes no pueden más. Hay quienes... Hay...
Y uno acá, entre todxs esxs quienes. Que son otrxs y que son unx mismx.
Tengo la esperanza de que de esta salimos bien. Y mejores, por qué no? Me viene a la memoria Galeano y las utopías. Quizás estamos viviendo una de las más grosas utopías y no lo sabremos hasta que haya pasado, y miremos hacia atrás y pensemos, cuestionemos y nos veamos desde otro lado. Y cuando digo "nos veamos", me refiero al plural. A que nos veamos como individuos en sociedad. Donde mi acción tiene una consecuencia hacia otrxs y donde elijo que esa consecuencia sea siempre positiva. Utopías que hablan de patear el tablero. De invertir los órdenes impuestos. De equilibrar las cosas. De sanar. Qué lindo suena todo, no? Creo que estamos muy lejos de eso todavía. Pero también creo que todo esto es una oportunidad única que se da a todxs, en todo el mundo.
Depende de unx cómo la aproveche.
"A veces, se te aparece cuando no la estás esperando.
Y cuando más la necesitas, si ella quiere, se da una vueltita por tu vida.
Otras veces, por más que la busques con desesperación, ni siquiera se asoma.
Igual, no te preocupes. Porque dicen que ella, la oportunidad, siempre te anda encontrando."
Don Timoteo 2017
Ah, me olvidaba.
Falta menos que antes.

viernes, 7 de junio de 2019

EXIT --->

Mes del orgullo. Un mes antes del mes de "mi orgullo". Movilizado como siempre y desde siempre, pero con la diferencia que ahora lo expreso. Por qué ahora sí y antes no? Y... el temita ese del clóset vió.

"Salí del clóset" fue una de las formas que utilicé para salir del clóset (valga la redundancia), cuando estaba un poco más canchero. Pero también, más adelante y mucho más canchero usé simplemente "soy gay" (que tanto me había costado poder decirlo antes). Una vez usé "yo también pateo para el otro equipo", retrucando un comentario sobre si un tipo X era gay o no (sigo pensando que fue uno de los modos más "agresivos" que tuve de decirlo, en mi búsqueda por encontrar la manera de revertir tanto tiempo de estar oculto y no saber cómo hacer para evitar tener que seguir lidiando con estas situaciones de "blanqueo"). 

Pero saben cómo salí del clóset por primera vez?: "Tengo un problema de identidad", solté... hace relativamente poco, poquísimo tiempo. Entre nervioso, triste, preocupado, inquieto, entre lágrimas y risas tensas, sarcástico, con humor y sobre todo, con alivio. Un inmenso alivio... pero esa fue la expresión que usé... que me salió: "problema de identidad". Se dan una idea del proceso que lleva esto, no? Ni siquiera piensen que intento hacerme el vísstima con esto, sino tratar de graficar lo más cerca posible de lo que puede llegar a ser algo así. Pero no se preocupe, que en el desarrollo voy a ejemplificar mejor y más didáctico (?).

Pero quizá usted señor, señora (ah re formal y binario), se preguntará "cómo es eso de salir del clóset varias veces?" Y si, salí del clóset más de una vez, (la familia, amigxs, laburo, etc etc), lo sigo haciendo y estoy más que confiado, seguro y preparado para seguir saliendo muchísimas veces más. Y es un "ejercicio" en el que se empieza lento... muy lento (me vino a la mente la canción de Julieta Venegas jeje). Hasta que vas haciendote canchero y ganando fuerza y resistencia para ponerte más canchero y seguir ejercitándote en algo que sabés que vas a tener que vivir con eso toda la vida, hasta que te conozcan algo así como... todas las personas del mundo... o hasta que pase algo mucho más difícil y casi imposible, como que la mayoría de las personas dejen de dar por sentado que todos son hetero "por naturaleza", y dejen de decir qué es normal y qué no, y dejen de criticar, comparar y condicionar la vida del otrx, y dejen de odiar... y así podría seguir, pero no me alcanzan los caracteres.

Y después uno te pregunta "por qué tardaste tanto?". Bue, esas cosas se piensan adentro del clóset y afuera de él también, pero con la diferencia que saliendo podés compartirlo con otrxs. Es un proceso zarpado. Y a cada cual le pasa distinto. Está quien no titubeó ni un minuto y estuvo segurx desde un principio y se mandó al frente con todo y contra todxs. Está quien demora, quien duda, quien teme, y puede decidir alguna vez salir (como yo, que sabía que alguna vez lo iba a hacer), o está quien no estaba listx todavía pero "lx sacaron a la fuerza"... o también está quien decide no salir nunca y se queda reprimiendo sentimientos de amor tras una vida heteronormada, formando una "familia de bien", o escondiéndose tras crucifijos, o votando Bolsonaros que se encarguen de reprimir toda libertad de ser... (ya me fui de tema otra vez... o no???)

Bueno, retomando. Se dan una idea? Es muy amplio! El tema es que estamos acostumbradxs a dar por sentado todo. Nos cuesta ponernos en los zapatos de lxs otrxs. Y estoy siendo lo más sincero que puedo y que nunca antes fui, porque antes yo esquivaba todo esto ya que tenía que encajar en la norma y no llamar la atención y así no saltaba la ficha. Y ahora ya fue. Tarde? Si, tarde... pero es mejor que nunca.

Gente, a lo que voy. Salgamos todxs del clóset. No solo que salgamos, sino que lo rompamos, así no volvemos más. Y que no quede ningún resto de nada para que, sin querer, hagamos caer a otrxs a nuestro clóset. Con esto me refiero a que basta de etiquetar todo con nuestras marcas. Basta de esperar que todo y todxs sean como uno quiere que sea. No es así y no va a serlo nunca. Salgamos del clóset de todo. Afuera saben qué hay? Libertad, liviandad, verdad, diversidad, igualdad, equidad, amor, luz, alegría, compañerismo, y tantas otras cosas buenas... te suena cursi? Si, soy cursi, también salí del clóset de la cursilería y no me jode para nada decir todo lo lindo que siento.




Estoy en esta, estoy afuera de un par de clósets y me falta salir de unos cuantos otros. Salgan todxs! Si se ponen a pensar, el clóset es mucho más amplio que la bandera del arcoiris... en el clóset está la bruja, el león y Narnia completa (?), y si o si estamos adentro de alguno. Porque el clóset no es creado por unx mismx, no. El clóset te lo arman desde afuera. Ya desde que nacemos estamos adentro, y algunos otros clósets nos encierran de grandes, sin darnos cuenta. Bueno, a eso quiero ir. Pensemos qué tenemos "adentro", qué tenemos "afuera". Consejo? Aprovechen que están adentro y elijan la mejor ropa, porque afuera, está bueno.

jueves, 13 de septiembre de 2018

"El pájaro vio el cielo y se voló..."


Hola Blog! Tanto tiempo (?)

Casi casi cuatro años... mucho, no?

Será el tiempo transcurrido directamente proporcional a las cosas (laaaas cosaaas!!!), que han pasado por este marote? 
Así es! Y me animaría a decir que esas cosas superan por amplia mayoría al tiempo que pasó.

Me pongo a enumerar? Naaah, ni yo me acuerdo de todo. Como dije ya varias veces en entradas anteriores (no se crean que me acuerdo, sino que tuve que releer toda la cantidad de barrabasadas que escribí antes), por acá pasan cosas que se quedan, cosas que siguen su curso, cosas que estaban y ahora no, cosas que siguen estando y otras nuevas que surgen de la nada bisman. (?)

Lo que sí tengo en claro, es que eso de haber releído las entradas anteriores me sirvió mucho para corroborar lo que yo siempre supe (y ésta es una de las pocas formas que pueden quedar de "evidencia" al respecto), y es que eso de los "pájaros en el marote", no era nada más que un sólo pájaro. Uno sólo. Pero uno muy grande!!! Uno que, paradójicamente, yo lo hice crecer demasiado, pero a la vez no lo dejé crecer nada, nunca.

Se entiende? Me entiendo? (sigo con la idea de que esto está escrito por mi, para mí y para nadie en particular, así que nadie que lea esto se debe dar por aludidx). Si, claro que me entiendo. Ahora sí. AL FIN! Después de tanto. Antes no entendía, o no quería entender. Entonces la excusa de los "pájaros en el marote" encerraba a este gran pájaro. Con esto no quiero decir que toda esa verborragia pasada (actualmente sigo verborrágico, pero no viene al caso), haya sido falsa. Nada del pasado fue falso. Sólo que era una parte del todo, una verdad a medias...

Resulta que después de tanto tiempo entendí que este gran pájaro en mi marote, debía dejar de dar vueltas adentro y tenía que salir. Y fue así que llegó el día y lo solté.



Ahora sí. 

Ni bien lo solté costó mucho. No hace tanto tiempo de eso. Pero no tanto como yo creía que me iba a costar. Nada nunca es tan grave como me lo imagino, porque siempre imagino de más. Siempre sobredimensiono... al igual que sobredimensionaba al "gran pájaro" (no me vengan con dobles sentidos porque llegan tarde, soy el maestro del doble sentido). Lo sobredimensioné tanto que yo mismo me sorprendía de cuánto tiempo más podía aguantar sin liberarlo/me. Y así pasaban los días, los meses, los años. 

Siempre estuvo ahí, desde chiquito. Y crecía a la par mio. Pero yo lo mantuve en una jaula chica, entonces por un tiempo se mantuvo chiquito. Pero por ahí se me revelaba y crecía un poco más. Entonces yo le daba una jaula un poco más grande. Y así seguí hasta que me dí cuenta que era demasiado costoso mantenerlo encerrado. No se dan una idea lo que cuestan las jaulas!!! Increíble gasto: Tiempo, experiencias, sentimientos, falsas expectativas (mentiras, evasivas, caretas), pero sobre todo, cuesta vida. Si, me di cuenta que costaba caro. Y que hasta ese momento no me importaba gastar, porque si yo quería, podía conseguir más y más de todo eso. Me era muy fácil... porque es re fácil encajar en la norma y seguir los mandatos como se nos impone desde siempre. Es re fácil dejarse llevar por las religiones que te imponen formas de amar (que no incluyen todas las formas de amar) y así quedarte en el molde y juzgar a todxs lxs que no son como vos. Es re fácil mezclar conceptos como "lo normal" y "lo más común", dejando afuera a cualquier otrx que sea/piense/sienta distintx a vos.

No quiero sonar enojado. No lo estoy ni conmigo (y eso que me costó no enojarme conmigo mismo), ni con nadie más. Por más que estoy seguro que todo esto tiene que ver con "lo que esperan los demás". Sin apuntar a nadie, sino hablando como sistema social todo, y por mi personalidad que justamente no se caracterizaba por ser la más fuerte, decidida y segura del mundo.

En fin, me di cuenta de muchas cosas. Siempre acepté todo y a todxs. Siempre con la mente abierta pensando, conociendo y aceptando tantas realidades como personas conocía. Me fascinaba. Admiraba la diversidad. Pero en lxs otrxs. En mí no. Yo era un reprimido que aceptaba y se admiraba por lxs demás, pero para adentro nada... "no es momento todavía", me decía. "Todavía"... al menos era consciente que alguna vez iba a llegar mi momento.

Alto mambo, no? Tranqui. Le pongo dramatismo al texto para hacerlo un toque más entretenido. Lo puedo hacer porque más que nunca soy autocrítico. Siempre lo fui, pero nunca como hasta ahora con este tema. Ahora ya está. Estoy completo. Entonces me puedo ver hacia atrás y compararme con ahora. Puedo reconocer mis errores y reconocer que los tengo, al igual que todxs, pero al fin reconozco que no soy algo errado. 

Tenía la particularidad de sentirme errado, cuando era consciente que todo mi entorno cercano no pensaba como yo, y yo mismo no veía como erradxs a lxs otrxs. Pero así y todo seguía el "juego". Vergüenza y miedo eran los sentimientos en su mayoría, que después devenían en bronca, pero no la podía expresar porque "saltaba la ficha". Me construí cuidando que lo que haga o diga, no haga "saltar la ficha". 

Y así podría seguir enumerando tantas justificaciones y/o excusas para tratar de que quien lea, intente entender un poquito de todo lo que se transcurre. Pero esa no es mi idea. No tengo intención de victimizarme ni de hacer de esto un testamento bajón para excusarme de nada. Todo lo contrario!

De todo esto quiero rescatar todo lo positivo para que le sirva a quien sea. Quien esté pasando por lo mismo, o alguno de los "es re fácil" que no tiene idea de lo que su pensamiento y acciones pueden generar en otrxs. Que se entienda que después de tanto mambo propio, estoy mejor que nunca. Aceptado 100% y sin rendirme cuentas a mi mismo. Sin nada pendiente ni resentimientos propios por lo que pudo haber sido o por lo que no hice antes, sino totalmente entusiasmado, enfocado y divertido por lo que estoy pasando y por lo que vendrá.

Y cada día que pasa desde ese momento, es mejor que el anterior. Ahora si puedo hablar de seguridad, de optimismo, realismo e idealismo. Ahora sí puedo hablar de empatía, de sinceridad y transparencia. No porque antes no lo hiciera, sino que no era completo.

Este camino que estoy transitando es relativamente nuevo. Pero no me siento para nada ajeno a los pasos que doy. El proceso que transité me hizo dar cuenta que tengo las cosas mucho más claras de lo que pensaba. Dejar la vergüenza y el miedo de lado para permitirme SER. Y esa es la palabra que resume todo. Sin pensar en qué piensa el resto sobre mí. SER yo mismo conmigo y con los demás. Pero primero, conmigo. De una buena vez por todas, primero yo.

Ahora estoy acá. Con el panorama muy claro. Con la personalidad mucho más fortalecida. Sabiendo lo que quiero y lo que no quiero, de verdad. Rodeado por gente valiosísima: mi vieja y mi viejo, mis hermanxs, la familia toda, amigxs de siempre y los de no hace tanto. Gente que me ayudó a entender que nada es tan grave como uno cree. Que por más que uno siempre esté para otrxs, si no está para unx mismx, no sirve de nada. Que por más consejos sinceros que des, si no te los aplicas en tu vida, no valen. Que la felicidad no se puede construir en base a lo que piensan los demás sobre la felicidad. Que para construir, primero hay que desconstruir. Así de simple son las cosas. Siempre lo supe, pero no tenía los huevos para afrontarlo.

Hace un tiempo solté al gran pájaro que revoloteaba en mi cabeza. Lo liberé pero no me abandonó... sigue conmigo. Y yo, más orgulloso que nunca por dejarlo ser y, sobre todo, dejarme ser.




Dejemos los prejuicios de lado.
El amor es amor.











martes, 23 de septiembre de 2014

Últimamente.

Acá yo de nuevo.

Solo en el depto, como de costumbre... viendo qué cenar. En silencio escuchando los segunderos de los 3 relojes que tengo en este lugar... habiendo vuelto hace un rato de hacer lo de todos los días. Pensando qué música escuchar, luz tenue, sahumerio y ganas de escribir... a ver que sale de todo esto...

Martes. Lo que para los otros son los lunes, para mí son los martes. Tediosos, grises (no literalmente), desganados, somnolientos, hasta casi malhumorados. No sé hasta dónde va a llegar mi mala costumbre de tener siempre que tener algo distinto... digo mala costumbre por que creo que ya es algo consciente. Para ir en contra de la mayoría, y encima buscarle una justificación.
'
Ando raro. Pero raro bien... creo. Estoy bipolar... poli... no. Multipolar. Inestable en cuestión de minutos. Casi impulsivo, inquieto, incómodo... rebelde? Ponele. Medio tarde no? O será que siempre hay algún esbozo de rebeldía en distintos momentos de nuestras vidas? Al fin y al cabo creo que lo mejor de todo es que lo sepa ver. Que me reconozca así, en una situación de "no sé qué". Una transición que creo ya saber cuál es el motivo, o hacia donde va, sólo que no lo termino de desentrañar por que lo estoy disfrutando.

Pongamosle título "crisis"... harto de esa palabra que ya la usé muchas veces en entradas anteriores. Están buenas las crisis... sólo que sería bueno saber cuándo termina una y empieza otra, o si es q es una sola que va mutando y evolucionando... cuestión que no sé si es una sola grosa, varias juntas o una seguidilla de situaciones que vienen hace boocha y mi cabeza sabe que se le acerca el fin. Entonces es como que la crisis es más crítica antes de que se termine. Como la noche que es mucho más oscura justo antes de amanecer (muy poético para mi gusto).

Se acerca (al fin), el fin de algo que me marcó demasiado. Lo digo tan seguro por que así seguro sucede. El tema es que... qué es ese fin? Posta es un fin? O yo no logro ver nada más después de esa meta que tanto quiero alcanzar que me hace creer que es un fin? Me estoy enfocando tanto en que termine, que me olvido de qué carajo pasa después. Por más que no haya forma de saberlo, de intuir la mas mínima idea de lo que venga, generalmente suelo tener en claro algo, o al menos una intención de decisión. 

Últimamente mi poder de decisión tienen menos estabilidad que un pan dulce dado vuelta. O en realidad no es que no tenga poder de decisión, sino que no las pienso y analizo como antes. Es una de las cosas que dije que estoy disfrutando. No pensar tanto, no analizarlo al máximo como hacía siempre. Quizá lo malo es que soy novato en esto... entonces puedo mandarme cada una que ni yo sé cómo salir. Pero eso también me gusta. Ya no pienso tanto en las consecuencias... en qué va a generar lo que haga o diga. Respondo lo que me sale, lo que siento en ese momento. Eso. Sentir. Sentir raro, bien, en un equilibrio un poco más desequilibrado. Onda el vértigo que te da esa cosquilla que está buena pero que sigue siendo vértigo. Como yo que tengo "miedo a las alturas" pero alguna vez quiero saltar en paracaídas.

Se me hace re tedioso tratar de ordenar todo esto. Es re difícil ponerle palabras a sentimientos, sin caer en algo cursi o metafórico que termina siendo muy  bizarro. Si no lo puedo definir, le busco ejemplos que puedan hacerlo más asimilable. En fin, muchos cambios y en poco tiempo. A propósito? sin querer? no sé. Algunos sí, otros no... algunos inesperados y otros que ya intuía o tenía ganas de generarlos. Busco cambios que me terminen de sacar de acá, los busco y los espero. Cambios que vayan preparando el terreno para llegar a esa meta.

Últimamente ando algo perdido (gracias Ismael por tantas frases)... perdido como siempre pero un poco más. Entre cambios y cambios trato de adaptarme. Mucho tiempo solo, lo sé. Escuchándome y hablándome sin terminar de entenderme del todo. Me juega en contra ya que me pongo muy introvertido. Ya hay quienes me lo dijeron y les traté de explicar algo de todo esto. Dicen que la amistad es como una planta que hay que regar... por suerte tengo amigos del tipo cactus, que a pesar de mi mala frecuencia, siguen ahí. Saben que estoy, sé que están. Gracias por entender y así y todo por insistir, ya que a la larga me convencen. Sumado al laburo, tesis y el coro de la facu (mis actividades fijas), hace que descuide otras cosas. Si tuviera más tiempo y más energía para aguantar ese tiempo, igual me quedarían cosas por hacer... me gusta tener cosas para hacer. Me gusta que sean distintas, dinámicas, imprevistas o que tengan algo novedoso, lástima no saber cómo carajo administrarme después de tanto tiempo sabiendo que no sé administrarme :S

Y bueno, ya se me terminó el martes entre tantas idas y vueltas. No cené (todavía). Abrí el spotify y estoy escuchando música para dormir (la única tranqui que me sirvió para no distraerme). Mañana voy a releer esto y voy a odiarme por todo lo que escribí. Sé que no se entiende nada. Así estoy en estos días, difícil de entender. Es lo que salió ahora, es lo que hay. Hasta la próxima, si es que con ésto no espanté a quien haya entrado a pispear.

domingo, 8 de junio de 2014

El comienzo de una odisea

   A horas de que nazca mi sobrino Homero... publico algo que escribí minutos después que me enteré que iba a ser tío. Un momento de mucha felicidad que llegó a derrotar por knock out a otro momento bastante bajón que estaba atravesando... las vueltas de la vida, no? De un minuto al otro pasás de -100 a + infinito.
   Al estar lejos de casa, solo en el depto, y al ser de madrugada, no se me ocurrió otra cosa más que escribir en ese momento.
   El tema es que ahora me acordé de eso, por que la ansiedad y la alegría es tanta, que me hizo acordar a hace casi 9 meses atrás... con la diferencia que desde ese entonces ese "+ infinito" todavía se mantiene y, si por alguna razón llega a disminuir, es muy fácil volver a alcanzarlo.

   Y esto fue lo que salió en ese momento:

8 de Octubre de 2013. 2.46 am.

Hace un par de horas me contaron que vas a venir. Es tarde, de madrugada, pero para estas noticias no existen horarios. 
Estoy desbordante de alegría. Entre lágrimas y sonrisas. Estoy lejos tuyo,  pero lo que siento en este momento me hace estar muy cerca. Mi imaginación no tiene límites y no paro de pensar en el futuro. En el tuyo y el de toda la familia que no sólo se agranda en cantidad, sino también en amor y felicidad. Una ramita más para este gran árbol que estuvo congelado por un tiempo, pero que ahora crece con vos.
En este momento, me acaba de aparecer una cajita, pegada al corazón. Ahí adentro, hace unas horas (cuando tu mamá me llamó y me contó que vas a venir), empecé a guardar cosas. A ahorrar todo lo que no te voy a poder dar todavía, hasta que llegues. Esas cosas van a estar ahí por siempre, y por más que se usen, nunca, pero nunca se van a acabar: besos, abrazos, sonrisas, canciones, imágenes, historias, y sobre todo, tiempo. Y no va a hacer falta que me pidas nada de eso, porque te va a llegar como sea, desde donde sea.
Faltan unos meses para que te conozca, pero que no te quepan dudas, que desde ahora ya te siento, te pienso y te quiero por lo que sos y lo que vas a ser.
Sigo imaginándote, hasta que te conozca, confiado en que cuando te vea, vas a superar a todas mis expectativas, imágenes e ideas que tuve de vos antes.
Desde ya, te quiero. Tu tío baboso, Bruno.

   Y así, va a pasar este domingo... con más ansiedad que antes de saber la nota de mi último final de la carrera. No sé qué hacer para que pase el tiempo, hasta mañana que llega; hasta dentro de 10 días que lo voy a ir a ver. Mañana Homero ya va a estar "afuera". Se hizo esperar el vago y no quería salir... desde un principio ya se hace rogar o, desde adentro, escuchó con lo que se va a encontrar y está tomando coraje para enfrentarse en vivo y en directo a tan "ruidosa" familia...
   Me voy a... no sé... que sea lo que sea. 

jueves, 3 de abril de 2014

Ctrl Z

Ahora sí... mucho tiempo, no? y acá estoy de nuevo. En realidad siempre estuve, pero sin qué publicar. Entraba al blog, abría "nueva entrada", y... nada. Vacío. De pensamientos? De palabras? Para nada... todo lo contrario. Tenía tantas cosas que no había forma de volcar todo sin terminar al borde del ACV. Al fin y al cabo de eso se trataba este espacio cuando empecé... una forma de organizar ideas. Mucha agua corrió bajo el puente (y me viene a la mente el tema de miranda, pero nada que ver, sólo desvarío).

Me puse a leer las publicaciones anteriores. Como una especie de mirada al pasado... algunas cosas ya no están, otras siguen iguales, hay cosas nuevas y otras tantas cambiaron mucho, casi que de tanto que cambiaron, ya dejaron de ser lo que eran. Pero sin ánimos de sintetizar todo lo transcurrido en este año y monedas que no publico, lo que sigue invicto es mi optimismo... que hace no mucho tiempo me di cuenta que más que optimismo, es idealismo... soy un idealista que casi casi roza la realidad (pero casi). De qué sirve? No sé. Pero digamos que es una de esas cosas que han cambiado... no el optimismo, sino mi manera de verlo. Cómo me di cuenta de ese cambio? Como si fuera que estás andando en bici y de repente ves venir un piedrazo... muy lento, al marote directo... lo ves, tratás de esquivarlo, pero perdés la noción y te movés de varias maneras para esquivarlo hasta que... TOC! te da de lleno en la cabeza. Te tumba, te duele hasta las lágrimas. No entendés si vos te atravesaste en el camino de la piedra, si iba dirigida a vos, si pudiste haberla esquivado con mejores reflejos... en fin, te golpea. Y ahí viene el optimismo que sale de lo más recóndito de no sé qué... y te trata de levantar. Lo mandás al carajo porque te duele mucho y no tenés ganas de levantarte hasta que te deje de doler... y el optimismo va creciendo, se alimenta de muchas cosas que te rodean, se pone insistente, grande y fuerte... y te levantás. Bueno... ese optimismo es el que pasó a llamarse idealismo. Ese idealismo subjetivo que solo está conmigo y que yo lo alimento, pero que, al fin y al cabo, es el que me hace bien... o eso creo.

Dejando de lado mi filosofía barata, acá estoy, cuarto mes del 2014... el año pasado dije: "Este es mi año!!!"... y ZAS! nada que ver. Al principio dije "a la bosta el 2013"... no me trajo nada de lo que esperaba... quizás hasta todo lo contrario. Obvio que si las cosas no salen como uno espera, va a estar todo mal... pero bue, ahí está mi idealismo. Transformé todo eso que no quise, en algo que tuve que recibir a la fuerza por más que no quiera... y a caballo regalado no se le miran los dientes, o se los mirás y hasta capaz que estén bien, pero en este caso resulta que estaban mal... y le puse aparatos para arreglarlos (llámese idealismo dental), y ahi anda... con dolores de encía pero mejorando la sonrisa. 

Bueno, fuera de las analogías con bicis y caballos, volviendo al tema del caballo regalado... si fue un regalo posta, me cago en quien me lo haya regalado. Pero... si el que me lo regaló fui yo mismo? Epa! Y ahora? Se me acabó el libro... capaz no me di cuenta y me regalé un caballo con dientes chuecos. Capaz si me di cuenta pero confié que tenía bien los dientes... no se puede saber todo. Un tiempo atrás, cuando tenía más preguntas que respuestas, pensaba desvariando un poco, en relación a la cibernética... como cuando querés copiar algún texto laargo y sólo tenés un papel y una birome® y decís "tá que lo tiró! cómo no existe Ctrl+C y Ctrl+V para copiar y pegar como en la computadora...". Bueno, yo pensaba lo mismo pero con el Ctrl+Z (deshacer), aplicado a vaaarias de esas cosas que cambiaron. Y después de un tiempo, con la ayuda de mi amigo el idealismo, me dije "ya fue"... A LO HECHO, PECHO!

Y después de toooda esta catralada de metáforas irónicas, cuasi cómicas, que hice para tratar de hacerle más ameno la lectura a quien se le ocurra entrar (el blog se reserva el ejercicio de libre interpretación del mismo, bajo la exclusiva responsabilidad de quien lo lea. No hay devolución de tiempo perdido), acá sigo. Sin Ctrl+Z, con bici nueva y caballo con dientes en proceso de sonrisa colgate® jajaja.

PD: No me compré una bici. Es metáfora.

Hasta una próxima entrada... en quién sabe cuánto tiempo. Uno nunca sabe cuando se me puede ocurrir otra idiotez para relacionarla con hechos cotidianos.

"No es volver a empezar, es sólo un cambio de dirección"